Posiblemente, el otoño sea mi época del año favorita.
Su agradable temperatura después del caluroso verano, la luz, y sobretodo los colores amarillos, ocres y cobrizos, hacen de esta estación una de las mejores, si no la mejor, fotográficamente hablando.
He tenido la suerte de poder viajar en otoño a varios lugares en España que cobran mucha relevancia en esta época, los hayedos del País Vasco y la zona norte de León, con sus faedos (hayedos en leonés), cascadas y bosques interminables.
Y ahora viene lo bueno:
Cuando entras a un lugar mágico como el de la foto de arriba, el faedo de Ciñera y te encuentras con un espectáculo de luz y color que te quedas un buen rato pasmado, sin moverte, admirando todo lo que tienes alrededor.
Después, empiezas a ponerte incluso un poco nervioso, sabes qué es a lo que has venido, a fotografiar esa belleza natural… empiezas a buscar encuadres cámara en mano, con trípode, sin trípode, en vertical, en horizontal…
Y algo muy importante es tener un plan. Una hoja de ruta que te haga ser práctico y eficaz. No quieres regresar a casa y comprobar que podrías haber hecho las fotografías de otra manera, o incluso, que tenías que haber llegado 1 hora antes u otro día, porque hoy hace “demasiado” buen tiempo.
No olvidemos que para retratar un faedo, si tenemos unas condiciones poco favorables, con llovizna, niebla, o las dos, conseguiremos un ambiente en nuestras fotografías que nos llevarán a otro nivel.
Para eso, estoy elaborando un mapa muy especial, con ubicaciones de hayedos, aparcamientos, distancias a recorrer, archivos de GPS, incluso en los que he podido estar, puntos de disparo, para que tengas un buen punto de partida.
Como siempre, me gusta hacerte la vida fácil, con lo que incluiré los alojamientos donde he estado, restaurantes y alguna sorpresa más.
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